DIY: Alegrando un mueble triste

Siempre hemos tenido en casa un "sofá" hecho con módulos o cajones de madera que se abrían para poder meter todo tipo de cosas. Recuerdo haber jugado mucho con mis Barbies con los antiguos cajones que teníamos cuyas puertas se abrían de manera frontal, pero después mis padres hicieron unos nuevos (estos que incluyo en el post) que se abrían desde arriba... entonces ya no jugaba con Barbies...

Hace poco hice limpieza de estos cajones para "aligerar" el contenido y me encontré con todos mis cuadernos desde EGB hasta la Universidad... Pero esto es otra historia... La cuestión es que le he dado un nuevo aire a 3 de estos cajones que tenemos en la terraza de mis padres porque si bien uno de ellos estaba bien acabado, uno de ellos había sido antiguamente "rinconera" y no quedaba muy estético.

No sabía si pintarlo o qué, pero al final decidí forrarlo con papel.
Me tienen enamorada los papeles que encuentro en Pedra Paper Tisora en Mataró, y concretamente estos últimos que compré son una auténtica maravilla. Pierden mucho en la foto... lo siento.

Medí toda la superficie a forrar, recorté las piezas de papel, encolé la superficie (cola blanca mezclada con un poco de agua), mojé el papel y con la ayuda de una cola lo pegué. Una vez seco le di 2 manos de barniz incoloro de poliuretano (se encuentra en cualquier tienda de pinturas).

Pero claro... el cojín tenía una funda vieja, obsoleta y... nada retro, sino actualmente "hortera"... así que había que cambiarla.

La verdad es que la funda la hice un poquito "a ojo", medí con una regla medio rota y pasé las medidas a la tela dejando un margen. Esa misma pieza la utilicé como patrón... Pero bueno, no quería algo súper perfecto, sino algo práctico que quedara bien y en línea con la nueva estética, y que fuera fácil de sacar y lavar. Y aquí muestro el resultado:

Así que estos dos días he estado algo entretenida... y he podido ayudar a mi madre, que con tanto y tanto que me ayuda ella ya se merece que le  haga yo alguna de mis "chapucillas".