viernes, 21 de septiembre de 2012

Tarta Sacher: una receta con historia




El otro día disfrutamos de un precioso día de "picnic" en la Ciutadella. La verdad es que sólo el concepto picnic hoy en día y aquí  - al menos en Barcelona - se está poniendo muy de moda (han abierto un restaurant llamado PICNIC, se venden unas cestitas de cartón individuales para fomentar lo del picnic, se impone su estética a distintos niveles...). Y a mí me encanta! No sé por qué, si por la idea bucólica que te creas en la cabeza: césped, relajado, natural, aparentemente improvisado, estéticamente acogedor... (ya recuerdo que a mis 19 años buscaba lugares ideales para ir de picnic, pero entonces aún tenía menos medios).

Ah!! y estando allí tranquilitos en el césped, rodeados de fiestas de cumpleaños y malabaristas, vino una chica con su cestita vendiendo bizcocho casero de chocolate a 1 euro. Me pareció aún más genial!!

Perdón, que me voy por las ramas, pero es que siempre todo tiene su contexto y me cuesta centrarme.
La cuestión es que un amigo me contó que su tarta preferida era la Sacher y que no en todos los sitios la hacían bien.
Me quedé un poco dudando. Para mí la tarta Sacher era simplemente una tarta de chocolate empalagosa. Pero como confío en el buen criterio de mi amigo y me dijo eso de "no en todas las pastelerías la hacen bien", empecé a indagar por la red.

Resulta que la tarta tiene su historia, como la tarta Tatin.
Nace en 1832 por petición de un príncipe austríaco que quería sorprender a sus invitados. Pero, el gran chef que se debía encargar de hacer este pedido se puso enfermo y le reemplazó Franz Sacher, un joven de 16 años. El éxito fue tal que no sólo entró a formar parte de la cocina y se aseguró su futuro, sino que hoy en día sigue siendo un referente del que no se quiere desvelar el secreto y es por ello que hay miles de versiones: con mermelada de albaricoque (que parece fue la original) o de frambuesa, bizcocho con almendra o sin ella...

Ah! Y algo que debería llevar es el nombre de Sacher encima - escrito en chocolate - (espero que el espíritu de Sacher no me persiga por no haberlo hecho).

Así que tras chequear distintas recetas me decidí por aquella en la que la parecía que se comparaban varias recetas (en www.chocolatisimo.es). Pensé entonces que se había comparado y que el resultado sería "mejor".

Ingredientes:
110 gr Mantequilla
110 gr. azúcar glass
110 gr. azúcar normal
110 gr almendras enteras
6 huevos a temperatura ambiente
150 gr chocolate para fundir
100 gr harina con levadura
Mermelada de albaricoque

Para el glaseado:
100 gr nata
150 gr chocolate
30 gr mantequilla


Elaboración:

- Tostar y triturar las almendras
- Fundir el chocolate
- Poner la mantequilla en pomada (batirla) y mezclar con el azúcar glass
- Separar las claras de las yemas y semimontar las claras con el azúcar normal
- Agregar las yemas de una en una a la mezcla de la mantequilla y el azúcar glass
- Agregar las almendras, luego el chocolate y con cuidado las claras semimontadas (poco a poco)
- Agregar la harina en varias tandas

Preparar el molde y hornear a 170º entre 25 a 40 minutos (yo lo tuve 25 minutos)

Una vez frío yo lo corté por la mitad y puse la mermelada de albaricoque en medio (pero la receta ponía que se podía poner por encima, sin cortar.


Preparamos el glaseado:
- Hervimos la nata y retiramos del fuego
- Añadimos el chocolate picado y mezclamos bien con las varillas
- Añadir la mantequilla (blandita). Mezclar bien

Yo puse una ligera capa de glaseado y lo metí en la nevera 10 minutos y después ya eché el resto.




Primera capa de glaseado, antes de meter a la nevera

Con todo el glaseado



Aquí ya está algo menos caliente el chocolate, queda
con más consistencia

La verdad es que está muy bueno, pero sigue siendo muy de chocolate para mi gusto. Me gustan más otros pasteles... últimamente ando enamorada del Red Velvet así que cuando consiga que me salga realmente rojo compartiré la receta!

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