Cuando vamos a la playa muchas veces nos entretenemos recogiendo pequeñas conchas que quedan semi-enterradas en la arena. Al menos es algo que yo siempre suelo hacer y que tampoco entiendo muy bien por qué porque las conchas me dan algo de grima.
En cualquier caso he comprobado que las conchas decoradas nunca me han dado asco (quizá porque ya no me recuerdan al bichito ese baboso que vivía dentro...). De hecho unos de mis pendientes favoritos son de conchas (me los regaló Jakob en uno de sus viajes a NY)
Además, tengo un colgante que he llevado mucho y que también está hecho con conchas. En este caso me lo compré en Amsterdam, en una tienda que se especializa en botones (www.knopenwinkel.net).
La cuestión es que en estas vacaciones recogí algunas conchas de mar, algunas incluso parecían tener un agujerito arriba estratégico para usar de colgantes, y decidí hacer algo con ellas.
Tras limpiarlas y secarlas bien, cogí mis papeles de Decopatch y empecé a cubrirlas.
Luego les dí algunos toques por fuera y/ o por dentro y sólo me queda pensar en qué uso les daré. Creo que haré algunos pendientes y algún colgante (haciendo algún pequeño taladro).
No hay comentarios:
Publicar un comentario